Entrevista con Daniel Coronell

"El aguafiestas"
Por Olga Sanmartín


El periodista Daniel Coronell, director de Noticias Uno y controvertido columnista de las revista Semana, mantiene firme su postura crítica y combativa frente al presidente Uribe y su gobierno. Vivió cerca de dos años en el exilio pero decidió regresar a Colombia porque, a pesar de que su vida y la de su familia siguen corriendo riesgos, él considera que un auténtico periodista debe estar al frente de la realidad, sobre todo, cuando esta atraviesa momentos tan aciagos como los que vive Colombia. Él representa la otra mirada y es, quizás, uno de los pocos periodistas que aún gozando de un gran poder, no ha permanecido en el mutismo ni ha caído en el sonambulismo y el silencio generales. Noticias Uno es como una ventana indiscreta e incómoda, donde tienen cabida los análisis sesudos y denuncias pugnaces. Él aclara que ese talante es sencillamente una obligación ética y profesional y que no referencia determinada posición política, porque, según explica, hay que adoptar una postura crítica frente a cualquier gobierno. Su distancia de las manipulaciones ejercidas por las altas esferas se refleja en la diferencia de su informativo con otros medios. Coronell es el aguafiestas de un baile demasiado feliz en apariencia. Todo se lo apostó a la independencia.

¿Cuál es su principal elemento de confrontación política con el presidente Uribe?
No tengo confrontación política con el presidente Uribe. Él es un Presidente, un político y yo no aspiro a ser ni lo uno, ni lo otro. Sólo a cumplir mi deber como reportero.

¿Qué cambió en su situación para que usted regresara nuevamente a Colombia?
Nada ha cambiado. Sin embargo, no me puedo sostener indefinidamente fuera del país. Ni asumir una pena perpetua de destierro. Ni dejar de ejercer el periodismo. Ni vivir con ingresos de académico. Le agradezco mucho a las universidades de Stanford y Berkeley que me acogieron, fue una gran experiencia, pero no podía ser para siempre.

¿Es tan amarga y desoladora la experiencia del exilio como la describen la mayoría de sus víctimas?
Hay días muy duros y otros en los que vivir fuera de Colombia produce una enorme alegría.

¿Hoy por hoy, usted y su familia se sienten seguros en Colombia?
No.

¿Cuál es el elemento periodístico y conceptual que convierte a Noticias Uno en un informativo radicalmente distinto?
La independencia.

¿Se considera usted radical en su concepción política y moral del mundo?
No. Sólo que pienso que el periodismo, para serlo, debe ser crítico.

¿Qué le augura a Colombia para el resto de tiempo que le queda a Uribe como gobernante?
Restricciones mayores al ejercicio de la democracia, rodeadas del aplauso al poderoso.

¿Qué resultado positivo han tenido las denuncias y los desenmas-caramientos llevados a cabo por usted y por su noticiero?
El único efecto cierto es que los televidentes de Noticias Uno están mejor informados.

¿Ha tenido represalias de índole económica en su noticiero debido a su posición crítica y de denuncia?
Si.

¿Cuál es la persona de la Izquierda que más admira en Colombia? ¿Y cuál es la de la Derecha?
De Izquierda a ninguno en especial, de Derecha a Ilva Miryam Hoyos y a Gustavo Petro.

¿Usted cree que Uribe se lanzará nuevamente a la re-elección? ¿Y de ser así, ¿cuál sería a su juicio el candidato para enfrentarlo?
Uribe sí se lanzará y lo único digno es no enfrentarlo a ningún candidato. Enfrentarlo, sabiendo de antemano cuál es el resultado, equivaldría a legitimar ese nuevo abuso de poder.

¿Qué opina del proceso de paz que se está librando con el ELN y que piensa del que se está dando con los paramilitares?
Con los paramilitares no está dándose ningún proceso de paz. Lo que está produciéndose es la legalización de varios grupos de narcotraficantes. En cuanto al ELN, tengo las mejores expectativas frente al hecho de que pueda llegarse a un acuerdo.

¿Qué opina de las posiciones adoptadas por las el Gobierno y por las FARC frente al tema de la zona de despeje para un acuerdo humanitario?
Un 70 por ciento de la zona de despeje que se está pidiendo está hace tiempo en poder de las FARC, entonces lo que tendría que despejar el Gobierno son dos cabeceras municipales y las de cercanías de un pueblo. El Gobierno se niega a compartir el 30 por ciento de una zona por 90 días, a cambio de la liberación de personas que llevan años y años secuestrados. No sé que implicaciones militares pueda tener el despejar ese 30 por ciento, pero es claro que no hay voluntad del Gobierno ni de las FARC, y que para las dos partes éste es un problema político frente al cual la vida de los secuestrados nunca es lo más importante.